martes, 20 de diciembre de 2011

La Entrega

Resulta que yo estaba en onda aquel miércoles de plaza.
En el trabajo, con nada por hacer, disfrutando las maravillas del internet.
Los demás un poco tristes por el fallecimiento del abuelo hacía unos cuantos días.

El patrón acá de la empresa tiene dos categorías para pedirte un favor.

-Un "favor de cuates", es ir a dejar alguna caja, o recoger mercancía en alguna bodega.
-Un "favor personal", ese, si lo escuchas es igual a que si el viento te dijera: "Ya te cargo la verga, mijo"

Sonó el teléfono y escuche las campanas del infierno después de oír al jefe decir:

-¿Te puedo pedir un favor personal?
- Ok  =(

Prácticamente era ir por un paquete, no detallo en decirme que era lo que había en él. Se molesto solamente en darme dinero para la gasolina, las llaves del auto, y un radio-localizador, ja!

Salí de la oficina acá por la Torre de Pemex, para ir hasta allá por Av Coyoacan y Beristegui no se que mierdas, por ahí de las 5 de la tarde, la mejor hr para tomar el circuito si es que quieres echarte un sueñito en lo que avanzan.

No me quería tardar mucho porque había quedado de ir con la banda a escuchar como había quedado la primera canción de los Mexfits, pero viendo el trafico, me supuse que iba a ser imposible.

Maneje, y como hora y media después llegue con unos pipopes cuarentones que eran los encargados de entregarme el paquete.

-Ay wey, esta pesado. - me dije mentalmente mientras le daba indicaciones a uno de los poblanos sobre por donde regresar a su rancho.

Cuando este pendejo empezaba a escucharme, entro en su auto, tomo una bolsita de plástico y me la dio. "Trae un collar adentro, que raro, aquí nunca mandan a hacer collares" pensé, y seguí dando instrucciones.

-Pues aquí derecho sales a Viaducto... - "Esta pesado y es como de ceramica" - ... y creo por ahí topa con Zaragoza. - "Y ese chingado collar, ¿para que es?"
-Muchas gracias, mano!

Subí al auto y como andaba cerca del punto de encuentro para escuchar la rola de los Mexfits, me lance a alcanzar a la chaviza en el auto del patrón.

En el camino iba pensando que podría ser el paquete.

- ¿Cerámica? ¿Sera para grabado? ¡¡¡Avancen, coño!!!

Pero pues entre que iba pensando en eso, y en la lela para ver por donde le entraba a Tacubaya, pues no le preste mucha atención.

- Viene muy bien envuelto, con un forro, por si se cae no se quiebre. ¿Y el collar ese? ¿Que sera? ¡¡Quítate estúpido!! ¡¡NO te pases el alto, pendejo!!!

En una de esas tome la bolsita y saque el "Collar". ¡¡Tenía un crucifijo!!

- ¿¿Que chingados?? - Grite porque en lo que me fijaba en el collar, un pinche taxi se me metió.
- ¿No le pierdes, culón?- Le dije, mentalmente.

Un collar con un crucifijo, y una cajita de cerámica gris oscuro

- ¡¡En la madre!! ¡¡Es el abuelo de estos vergas!!

Si, las cenizas del abuelo eran mi copiloto aquella tarde-noche.

Quede anonadado.

Llegue con los muchachos y ya estacionado, pase al abuelo a la parte baja del auto, y me dije:

-Ojala no abran el auto por aquí, porque si no... adiós abuelo.

Subí con la banda, y escuchamos la rola, echamos la chela, tuvimos sexo con animales y justo cuando jugábamos a "Ponle la cola al papa" recordé que todavía había "alguien" en el auto.

- Vamos, sirve que escuchamos la rola en el coche.

Bajamos, y la caja ¡ya no estaba!, pero si había un viejito que nos decía "Vengan, vengan" y nos llamaba con su dedo indice de calavera!

No es cierto.

La caja seguía ahí, pero el Ostin y el beba no se querían subir que hasta que lo metiera en la cajuela. Lo hice.

Les comente que eran las cenizas del papá del patrón

- ¡Vamonos a Acapulco! - Exclamaron ansiosos, pero yo los aterrice diciéndoles:

-¡No mamen, pendejos!


MORALEJA

Pues no se si en verdad exista una moraleja de esta situación tan incomoda. Pero mandar a un wey como yo, por las cenizas de tu padre, pues me pone a pensar ¿Que pedo? ¿No lo querían? ¿No les importaba ya?
Cada quien su pinche vida ¿no?

Los abuelos, me queda entendido que para la mayoría de las familias son como un tesoro, son gente valiosa, aun en cenizas, al menos los míos lo son.

¿Porque no ir personalmente a recoger a tu papá en lugar de mandar al wey de grabado?

Esta claro que el universo es un misterio.

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