Perder mas de 6,000 canciones en tu ipod y en el DDE con una semana de diferencia, es un golpe muy duro a la vida.
Puedes dejar ir coches, novias, familiares sin tanto dolor como esa canción que esperabas ansioso a que sonara durante la tarde en el trabajo, o que buscabas poniendo en peligro la vida de todos los borrachos que llevabas en el coche mientras pelabas el ojo para encontrarla en el ipod.
Discos enteros que me encantaba escuchar una y otra vez.
Compraba unas pepitas Habibi y una Coca para pasar el rato pendejeando en la compu mientras sonaban.
Tenía mi selección de 3 canciones para cuando me subía a las corredoras, para cuando leía y hasta para usar de fondo en mis conferencias donde hablaba sobre el beneficio que representa el Fútbol y las apuestas.
En las pedas siempre lo ponía aunque a nadie le gustaba lo que yo escuchaba, pero total, eso a mi me valía madres... yo era feliz.
Mas feliz que ustedes con sus dos billetes de $50 para ir a los tacos. Mas feliz que el taxista que rebasa por la derecha y mas feliz que el chaca los 28 de cada mes.
Grandes discos que posiblemente no podre obtener jamás. Ya le dijimos adiós a Megaupload, adiós a descargas obsesivas-compulsivas, adiós Guardiola, adiós amigos.
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